El ser humano vive en un universo de fantasía en donde a diario se le vende una idea de consumo en el que esta obligado a vivir, la publicidad nos envuelve y nos hace participe de ella, de la cual se cree que todo es perfecto y no hay nada negativo.
Esa idea en donde se tienen necesidades y se cree que se satisfacen; en el que se crean modelos de vida de acuerdo a esos estereotipos que nos venden, pero también en donde se crean identidades propias de acuerdo a lo que esta pasando en nuestro entorno.
Y es debido a esta manipulación que ya no exigimos lo que en realidad queremos; sino ideas de fantasía que a su vez crea en la sociedad un mundo de inseguridades y expectativas que no existen.
Pero no podemos ignorar que la publicidad es un mensaje que impera sobre todas las cosas en donde la imagen vale más que el objeto en si y que de alguna manera nos volvemos esclavos de ella. Con alguna intención en donde todo va ligado a lo social.
Nosotros, los habitantes de este mundo tercero o postrero, no necesitamos el menor esfuerzo mental para saber en que consiste el infierno de la opulencia sociedad de consumo, de la tersa y radiante sociedad industrial: nos basta con salir a la calle. (William Ospina - El Canto De La Sirena).
Mentir, manipular una forma perfecta de ganar aun más, utilizando al individuo como estrategia para generar más riquezas a beneficio propio y no de la sociedad como se lo hacen creer. Lo que se necesita es comprender que el mundo requiere un poco más de honestidad y de calidad humana siendo responsables de nuestros actos, sin tener que llegar a extremos y sin causar daños y perjuicios.
Probablemente la misma sociedad se ha encargado de que los propios individuos se creen un mundo de mediocridad como no lo presenta Luis Carlos Valenzuela en “si me hubieran enseñado”.
El hombre en pocas ocasiones se ha dado la tarea de investigar y el preguntarse el por que de las cosas y es ahí donde se da cuenta de la continua insatisfacción que genera el no tener dominio propio.
Y es ahí donde nos cuestionamos sobre lo que nos plantea (Luis Carlos Valenzuela en “si me hubieran enseñado”).”Nos enseñan todo sobre las razones. Nos enseñan nada sobre las pasiones. Y pretenden que así salga uno a enfrentar un mundo donde las pasiones, las buenas y las malas arrasan con las razones”.
Además la realidad de las cosas esta en lo que verdaderamente tiene significado y en el uso que damos a esas, solo nos quejamos de esto y de aquello y solo pretendemos enfrentar al mundo sin tener voluntad propia.
Vivimos en una realidad que no aceptamos y que en el fondo nos da miedo afrontar que verdaderamente sabemos y tenemos la capacidad de descifrar lo que es bueno y malo con facilidad.
Pero como seres humanos que somos cometemos errores, pero pretendemos creernos perfectos y que tenemos la verdad absoluta de las cosas. El problema no radica allí si no; en que siempre queremos culpar al otro de nuestros malos actos y es ahí en donde nos cuestionamos de la falta de voluntad propia que tenemos para aceptarnos.
“John Rawls nos plantea el concepto del velo de la incertidumbre. Este consiste en que la expresión valida de las preferencias de los individuos es la que se da cuando estos desconocen el rol que van a tener en la sociedad”. (Si me hubieran enseñado - Luis Carlos Valenzuela).
“si me hubieran enseñado” y “el canto de las sirenas” En conclusión estas dos lecturas nos presenta una realidad y una verdad que se nos muestra a diario una de ellas es la mediocridad que se vive en la educación y no solo en Colombia de seguro en otras partes del mundo existe la misma problemática sino que desconocemos de ella.
Además somos una sociedad que vivimos de las imágenes y es entonces cuando creemos que nos hace falta todo esto con lo que de alguna manera hemos aprendido a convivir cuando no esta. Pero también queremos ignorar u olvidar todo ello que verdaderamente nos hace daño, nos involucra y nos manipula.
De igual forma pretendamos cuestionar las cosas sin trabajar por ello y ponerle sentido y valor, de manera que será de pronto difícil el empezar a cambiar aquellas cosas, pero con creatividad y pautas establecidas de hecho se lograra, por lo menos algo.
